Había
una zorra que nunca había visto un león.
La puso el destino un día delante de la
real fiera. Y como era la primera vez que
le veía, sintió un miedo espantoso y se
alejó tan rápído como pudo.
Al
encontrar al león por segunda vez, aún
sintió miedo, pero menos que antes, y lo
observó con calma por un rato.
En
fin, al verlo por tercera vez, se
envalentonó lo suficiente hasta llegar a
acercarse a él para entablar
conversación.
En
la medida que vayas conociendo algo, así
le irás perdiendo el temor. Pero mantén
siempre la distancia y prudencia adecuada
Volver
a Fábulas para niños
|